miércoles, marzo 16, 2011

Alejandro Gertz Manero : El “Presunto culpable” que desnudó al sistema

Alejandro Gertz Manero
El “Presunto culpable” que desnudó al sistema

El documental Presunto culpable aniquiló lo poco que le quedaba de credibilidad al desastroso sistema de seguridad y justicia mexicano al demostrar que en las cárceles del país la mayoría de los internos son inocentes que han sido sentenciados injustamente, y que la oralidad en un juicio como el que fue exhibido de nada sirvió para impartir justicia y sí evidenció que con esa oralidad o sin ella el sistema es un verdadero fracaso.
No hay que olvidar que en este momento de los 13 millones de delitos que se cometen anualmente en México, el 98% quedan impunes y nunca llegan hasta los jueces; y ahora resulta también que la inmensa mayoría del exiguo, 2% de supuestos culpables que están en las cárceles, son inocentes y sólo están ahí por su pobreza o porque no se encuentran protegidos por la impunidad de las mafias del delito compuestas por delincuentes y autoridades.
Con los números que acabamos de señalar, prácticamente se llega a más del 99% de impunidad en el país, y por supuesto a más del 99% de corrupción, lo cual es quizá la aportación más descarnada y más útil del documental de referencia, ya que en esa filmación el juicio fue oral, dado que el juez estuvo presente en todas las audiencias, como lo proponen las reformas para el juicio oral, el defensor se mostró como un litigante experimentado y con muchas tablas, y el ministerio público y los policías exhibieron abiertamente lo que es la injusticia intrínseca del proceso.


En el caso que nos ocupa también hay información periodística que nos señala que el joven Juan Carlos Reyes Pacheco, que iba acompañado de su primo Víctor Daniel Reyes Bravo, fue asesinado arteramente por un grupo de pandilleros, entre los cuales Víctor Daniel Reyes Bravo reconoció al “presunto responsable”, que ahora ha quedado libre porque su acusador no lo identificó plenamente, y además porque no hubo pruebas de que había disparado y porque algunos vecinos en el trabajo señalaron tiempo después que se hallaba ese día en el lugar donde acostumbraba laborar. Lo que no sabemos en ese caso es cuál es la historia que está alrededor del asesinato de Juan Carlos Reyes Pacheco que ha quedado en la más absoluta impunidad, por lo cual es indispensable ahondar en toda la verdad histórica de lo que ahí ocurrió y reconstruir cada uno de los hechos para que sean conocidos por la opinión pública, al igual que el documental, porque la injusticia que señala es sólo parte de la inmensa impunidad que rodea a éste y a la mayoría de los delitos que se cometen en el país.
También la descalificación del procedimiento penal y la forma como actúan los policías y sus jefes, los ministerios públicos y todo el aparato de justicia nos mueve a pensar que existe una grave contradicción que también es indispensable aclarar, ya que no es posible que un sistema que ha sido descalificado al grado máximo, y con toda razón, resulte que es el mismo al que la opinión pública, movida por los medios, le dio la más absoluta credibilidad y certeza en un caso en el que también hay pruebas abundantes de abuso de autoridad, de montajes, de declaraciones contradictorias, de torturas y de opacidad, como es el de Florence Cassez, en el cual también se deben conocer todos los hechos para que no haya dudas sobre culpabilidades y responsabilidades, ya que de otra manera nos estamos enfrentando a una esquizofrenia inaceptable, que lo mismo puede descalificar totalmente que defender a ultranza a un mismo sistema que evidentemente no tiene defensa.
Si en ambos casos no se revisa a fondo y de manera total lo que ocurrió alrededor de esos delitos, se reconstruyen públicamente todos los hechos y se transparentan las historias íntegras que hay detrás de una muerte impune y de un secuestro con responsabilidades tan cuestionadas y abusos tan evidentes, de ninguna manera se habrá establecido un verdadero diagnóstico de lo que a diario ocurre en un país en el que pueden quedar impunes 35 mil muertes y, al mismo tiempo, supuestamente se tiene la capacidad para resolver de inmediato y en unas horas el asesinato de un agente diplomático extranjero cuando éste tiene una implicación política y diplomática del más alto nivel.
La impunidad en la muerte de Juan Carlos Reyes Pacheco, los linchamientos mediáticos que encubren abusos de autoridad y exhibición de culpables, que finalmente no son más que chivos expiatorios, nos indican con claridad que aquí no hay justicia y eso lo refrendan policías mexicanos y estadounidenses y sus “rápidos y furiosos” jefes que pueden delinquir impunemente contrabandeando armamento, provocando un sinfín de muertes y ejecuciones, lo cual es monstruoso e inaceptable, y como no podemos filmar y comercializar un documental para cada uno de los 13 millones de delitos que se cometen impunemente, o cambiamos el sistema y se transparentan y rinden cuentas todas las autoridades desde el policía de crucero hasta el más alto tribunal, o la violencia y la injusticia seguirán prevaleciendo cada vez más.
editorial2003@terra.com.mx
Doctor en Derecho

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